27 de marzo de 2011

¡¡¡¡CAMPEONES!!!!

Señores, ya está hecho, hemos ganado la liga, no está nada mal, pasando casi todos de los 40 y empezando la liga dos puntos por debajo por la cacicada de competición..., pero que le vamos a hacer, así somos los Monsters, vamos tan sobraos que damos ventaja a los rivales.

La crónica vendrá más adelante, de momento, sólo daros la enhorabuena a todos: Javi, Toribio, Jesús Salvador, Jesusete, Gus, Pozo, Raul, Sergio, Manolo, Javierjavier, Karim, Vito, Ivica, Juan Carlos, Pepe, Edu y Paco, esto va por todos:

15 de marzo de 2011

Familia Monster 31 / Los Suaves 24

Sólo queda un paso, una victoria más y habremos ganado la liga. Los últimos tres partidos han sido más complicados de lo que cabría esperar, pero aun así, a pesar de la importancia de las bajas y de algunas complicaciones añadidas, los hemos sacado adelante: Ante Arabescos, se rompió Toribio y tuvimos que jugar casi todo el partido con Sergio y Paco tocados. Contra Loyola, a las bajas de Gus y Toribio y la definitiva de Ivica, le unimos una inesperada voluntad de complicarnos nosotros mismos la vida. Anteayer, por último, contra Los Suaves, a las bajas de inicio de nuestros tres máximos anotadores, Toribio, Javierjavier e Ivica, le añadimos “complicaciones arbitrales” en forma de tres técnicas casi consecutivas que nos dejaron todo el último cuarto sin nuestro mayor baluarte en la intimidación y el rebote, Gus. A cambio, aportamos una mayor cohesión como grupo, seriedad en defensa y un paso adelante de algunos jugadores que terminaron siendo decisivos, como Sergio ante Arabescos, Juan Carlos ante Loyola o Raul, por último, contra Los Suaves.

Dentro de dos semanas veremos como se cierra el círculo que abrimos el pasado 17 de octubre con ese primer partido contra Un Domingo Cualquiera que, gracias a la cacicada de competición, se convirtió en uno de los pocos recuerdos amargos de la temporada (sobre todo para Pozo, nuestro hombre record en lo que a sanciones se refiere) y, aunque después de revisar la normativa de los juegos sea innecesario, estoy seguro de que lo haremos con una nueva victoria.

Por ir entrando a lo que fue el partido, la clave, como bien refleja el resultado, volvió a ser la defensa. Como era de esperar dados los nombres ausentes, nuestro ataque se resintió notablemente, de forma muy especial en una primera parte que dejó unos registros más que raquíticos. El primer cuarto parecía más un partido del calcio italiano que de baloncesto, con ambos equipos compitiendo por quedar a cero: Dos tristes canastas por bando, concentradas además en el segundo y el último minuto del cuarto, dejaban poco resquicio a la ilusión de cualquier amante del baloncesto ofensivo y alegre.

El segundo cuarto, sin suponer ningún cambio radical en las líneas maestras del partido, sí inició el cambio de tendencia que nos llevaría a ganar el partido, mientras nuestra defensa seguía siendo un jeroglífico indescifrable para Los Suaves, incapaces de sumar más que una canasta en todo ese cuarto, nuestro ataque aunque no acababa de despegar, no pudiendo superar la decena de puntos al descanso, empezó a ser más fluido, mejorando la velocidad del juego y la circulación del balón. Pese a ello, no logramos una mayor producción al pararnos Los Suaves a base de faltas (hasta cuatro jugadores distintos tuvimos que acudir a la línea de tiros libres, y aunque mejoramos algo el desastre del anterior partido, no dejó de ser un pequeño calvario). Al final del primer tiempo, sin más espectáculo que el de la buena defensa (que, entre otras cosas, nos dejaría a lo largo del partido hasta siete tapones de todos los colores por parte de Gus y Paco), llegaríamos con un paupérrimo 10-6 que a pesar de todo nos dejaba buenas sensaciones de cara a la segunda parte.

El tercer cuarto ofrecería nuestra mejor versión ofensiva, de la mano sobre todo de unos sobresalientes Juan Carlos y Raul, el primero que acabaría el partido como máximo anotador, con dos triplazos para abrir y cerrar el cuarto, y el segundo, que ya había sido determinante en el cambio de tendencia durante el cuarto anterior, a base de intensidad, rebote ofensivo y algunas canastas de peso.

Ese tercer cuarto definió el partido y debería haberlo dejado cerrado tras alcanzar la decena de puntos de diferencia, pero siguiendo la estela del partido anterior, fuimos capaces de complicarnos la vida y abrir una puerta a nuestros rivales. El último cuarto debería haber sido tranquilo y servido para dar minutos a los menos habituales, pero nuestra mala cabeza y cierta falta de mesura arbitral, con las tres técnicas de las que hablábamos al principio (especialmente llamativas las de Gus, una por pisar demasiado fuerte y la segunda por dejar caer el balón sobre el parquet), nos obligó a mantener la tensión y el esfuerzo hasta el último minuto, salvando la papeleta con 6 puntos consecutivos de Paco, concentración e intensidad en defensa y la continuación del buen hacer de Juan Carlos.

Al final, un resultado pobre, que supone la peor anotación del equipo en los últimos dos años y en el que destacan la eficacia defensiva y una diferencia que habría sido claramente superior de no mediar los 5 puntos que las técnicas regalaron a nuestro rival y la prematura eliminación de Gus.

Para terminar, y antes de dar paso al vídeo, sí quiero hacer una mención especial a Karim, que por cuarta vez esta temporada, y por culpa de las vicisitudes del partido, volvió a quedarse sin jugar, destacando su permanente buena disposición y su ejemplar compañerismo, del que muchos otros tendríamos que aprender.

Y ahora sí, el vídeo de la semana, dedicado a un tipo de aspecto escasamente atlético, casi gordo y alejado de virtuosismos que, además de ser tres veces MVP de la NBA, es muy posiblemente el mejor reboteador de la historia del baloncesto. Monsters, para todos vosotros, ¡¡¡Moses Malone!!!

8 de marzo de 2011

Loyola 37 / Familia Monster 41

La mayoría de vosotros pensará que este último domingo jugamos un partido de baloncesto, pero se equivocará, jugamos dos, o mejor aun, jugamos un partido de baloncesto primero y después otro de no se sabe qué, por que bien pudo tratarse de tiro al plato o de petanca, pero por supuesto, no de baloncesto. Y es que a veces, esos 48 minutos durante los que corremos por la cancha cada domingo, con dos canastas y un balón como excusa, dan para mucho.

El primero de esos dos partidos duro casi 40 minutos, aproximadamente hasta los 3:30 del tercer cuarto, y en él jugamos con muchas y muy significativas bajas, en el juego interior especialmente, para el que no contábamos ni con Toribio ni con Gus, nuestro mejor anotador y nuestro mejor reboteador, respectivamente, pero también en el exterior, sin Jesús Salvador, que sigue fuera, sin Jesusete, lesionado, sin Ivica, exiliado a Galicia, e incluso sin Sergio, que fue al partido pero para no jugar. Aun así, nos plantamos con las ideas claras y convencidos de nuestra victoria, frente a un rival al que habíamos vapuleado en la primera vuelta por más de 30 puntos, y por ese camino transitamos sin demasiados titubeos durante esos casi 40 minutos, hasta alcanzar la máxima diferencia de 39-22, que era fiel reflejo de la distancia real entre Loyola y nuestro equipo, por muchas bajas con las que pudieramos contar.

El segundo partido es otra historia, en los 8 minutos largos que restaban hasta el final del encuentro jugamos a cualquier cosa menos al baloncesto, sobre todo si se entiende que el baloncesto es un deporte que tiene como objetivo principal meter canastas en el aro rival y evitar que el rival haga lo propio en el nuestro. En este sentido el parcial es más que elocuente, un 2-15 frente a un rival como Loyola, no permite ningún análisis que no sea exclusivamente crítico. Quizás podríamos analizar incluso como diferente el último minuto y medio, donde al menos casi empatamos, pero entonces llegaríamos al esperpento de los 8 tiros libres tirados y fallados sólo en ese rato, que sumados a los del resto del partido nos llevan a una estadística de record, 1 de 17.

Aun empezando con un quinteto inédito, con sólo dos de los titulares habituales, Javierjavier y Juan Carlos, y con la primera presencia de salida de Javi Ruiz en sus tres temporadas con nosotros (los dos huecos restantes fueron para Paco y Manolo), salimos a la cancha como casi siempre, defendiendo en individual y buscando desgastar al contrario. La defensa tal vez no fue tan contundente como en otras ocasiones, pero por contra el ataque, al menos en ese primer cuarto fue fluido, empezando con una gran canasta de Javi Ruiz y un triple de Javierjavier, siguiendo con un reparto de puntos entre casi todos los miembros de ese quinteto (sólo Manolo se quedó sin anotar, estuvo falto de suerte todo el partido) que nos llevó hasta  el 15-10 con que se cerro el primer parcial.

El segundo cuarto, más centrados en defensa, sirvió para ir incrementando la diferencia e introducir los primeros cambios (sobre todo en el juego interior, que aunque también hubo lugar para el debut este año de Edu, Javierjavier terminó disputando el partido entero y Juan Carlos apenas descansó unos minutos). En ese cuarto fuimos viendo que era el día de Juan Carlos, que en su mejor partido ofensivo de la temporada, se iría hasta los 15 puntos, y lo cerramos con 11 puntos de diferencia. Distancia que se mantendría con tiras y aflojas en un tercer cuarto en el que empezaríamos a sufrir el calvario de los tiros libres.

El último cuarto, con el quinteto inicial nuevamente en cancha, lo empezamos como un tiro y con un parcial de 6-0 en poco más de tres minutos, llevaba la diferencia hasta los 17 puntos y parecía cerrar el partido. No fue así, pero eso ya lo hemos contado, ahí entramos en ese segundo partido en el que a punto estuvimos de tirar por la borda todo el trabajo anterior. El posible cansancio de Javierjavier y Juan Carlos, sin descanso en todo el partido, la falta de contundencia en esos minutos en el juego interior, la debacle de los tiros libres y quien sabe si el balón o el desgaste del parquet, se conjugaron para dar lugar a los peores minutos de la Familia Monster en lo que va de curso. Por fortuna se terminó el partido y el colchón fue suficiente para asegurar el liderato con una nueva victoria. Y ya van 12 (o 13, según contemos).

Y como no, para cerrar esta crónica, nuestro vídeo, y ya que hablamos de la falta de juego interior, hoy nos toca recordar a uno de los pivots más elegantes y plásticos de la historia de la NBA, nada más y nada menos que el Almirante, Monsters, para todos vosotros, ¡¡¡David Robinson!!!:

2 de marzo de 2011

Familia Monster 38 / Arabescos 33

Hay victorias que no suponen nada, otras que no valen más que los puntos que otorgan o que su reflejo en la clasificación, pero las hay, y la de este fin de semana sin duda es una de ellas, que trascienden el propio resultado, porque hacen que el equipo crezca y se una, reconociéndose en unas cualidades que ni siquiera era consciente de tener: Fé sacrificio y capacidad de superación.

Nos presentamos al partido con tres jugadores tocados, Sergio, Toribio y Paco, quien acudía sólo para hacer las veces de entrenador y no salir más que en caso de emergencia, era un riesgo, pero nos jugábamos dejar casi sentenciada la clasificación del grupo contra el rival más peligroso de este año y merecía la pena, máxime después de la derrota de Teatro Real frente a Sih, esa misma mañana. Empezamos el partido de la manera habitual en las últimas jornadas, eficaces en defensa y absolutamente espesos en ataque, y a falta de 4 minutos para el final del primer cuarto se rompió Toribio (intentaría volver en el tercero, pero no pasó del segundo minuto). Así las cosas, el panorama no podía ser más negro, el cuarto terminó con un 6-8 abajo y caras de preocupación.

El segundo cuarto empezó mal, muy mal, un parcial de 0-5 de salida, amenazaba con abrir una brecha peligrosa, pero un oportunísimo tiempo muerto permitió que empezásemos a cambiar la dinámica que llevábamos, ajustando de nuevo la defensa y sacudiéndonos la presión en ataque, de la mano sobre todo de Javierjavier, que al igual que en el segundo cuarto del partido anterior, acabó siendo decisivo. A pesar de alcanzar una desventaja de 10 puntos en ese cuarto, lo cerramos con 7 abajo y convencidos de que seguíamos teniendo posibilidades.

La segunda parte podría considerarse casi una exhibición defensiva, tras una canasta en penetración en el minuto 4, nuestra zona se convirtió en una trampa para Arabescos, que sólo pudo anotar 9 puntos más gracias a tres triples en los 20 minutos restantes. El resto de sus intentos de ataque se resolvía con tiros forzados y rebotes defensivos o con pérdidas o robos de balón que, una vez sí y otra también, acababan en contraataques o jugadas en transición, así, nuestra sequía ofensiva de la primera parte desapareció por completo, llegando hasta los 25 puntos en la segunda.

Al final vencimos por ser más equipo que nuestro rival: A pesar de las lesiones, de la falta de nuestro principal referente ofensivo y de los 10 puntos de desventaja, mantuvimos la fé y la unidad como grupo en una remontada que nos tuvo por debajo en el marcador durante 30 minutos, para llegar a un final desahogado (el triplazo final del 8 de arabescos no sirvió más que para demostrar su buena mano y maquillar el resultado).

Un partido para destacar a todos y a cada uno de los que salimos a la cancha, a Toribio por su esfuerzo y por hacer equipo desde el banquillo (algo a lo que está poco acostumbrado), a Gus por su lucha constante y por su incontestable dominio del rebote, a Sergio por su importantísima aportación en ataque y su incansable defensa, a Paco e Ivica por luchar de principio a fin y contribuir a minar la zona, pese a no tener su mejor día en ataque, a Juan Carlos por su regularidad en cada partido, a Javierjavier por tirar del equipo, a Karim y a Javi por su disponibilidad y sacrificio.

Y ya para terminar, después de tanto halago, toca disfrutar de un nuevo vídeo. Una vez más echamos un vistazo al pasado, a uno de los más grandes de la NBA, que fue el más grande con el balón tricolor de la ABA, un jugador único... porque es cierto que ha habido jugadores capaces de saltar, de saltar mucho y uno hasta de volar, pero solamente uno era capaz de flotar en el aire. Caballeros, dejemos paso al Dr J, ¡¡¡Mister Julius Erving!!! (ojo al aro pasado que se marca sobre los 2.40 del vídeo)