Fue un
mal partido, se mire por donde se mire, pero sobre todo si se mira
por esa completísima hoja de estadísticas
que trajeron y rellenaron Javierjavier y Toribio, y nos fijamos
especialmente en los porcentajes de tiro, que si hubieran sido un
poco más bajos ya no habrían sido ni porcentajes. Es verdad que
muchos de los tiros se salieron de dentro, que pareciera que alguna
mano invisible los tocaba por debajo para que no entraran, y que a
poco que hubiéramos tenido una pizca de suerte, el contenido de esta
crónica sería muy distinta, pero lo cierto es que, como decía
aquel, este domingo no le acertábamos ni al arcoíris (5 de 38 en tiros de dos y 3 de 9 en triples, sin que ningún jugador se salvase de la quema). Aparte de los
errores en el tiro, no es admisible empezar como empezamos, y no se
trata de que empezáramos unos u otros jugadores, que a fin de
cuentas empezamos con idéntico quinteto que en los partidos
anteriores y en ellos el resultado fue claramente positivo, sino de
la falta de tensión y la frialdad de la puesta en escena. Empezamos
dormidos y nos comieron, nos dominaron desde su defensa y nos
superaron en el rebote en ambas canastas, en definitiva, les dimos
cuerda, les metimos en el partido y nos tuvieron a remolque durante
40 minutos.
El
primer cuarto se puede describir repitiendo punto por punto el
párrafo anterior. Un marcador final de 13-6, que es consecuencia del
nulo acierto ofensivo, sólo dos canastas en juego, las pérdidas de balón (5 en ese primer cuarto) y la mala
defensa, dejando de seguir los cortes y, sobre todo, olvidándonos de
pelear y cerrar el rebote, que les permitió canastas fáciles en
segundas opciones y contraataques. En definitiva, una justísima
diferencia de 7 puntos que, a la postre, sería suficiente renta para
que nos ganasen el partido.
A
partir del segundo cuarto, supimos cambiar la actitud, mejoramos la
defensa y controlamos el rebote (en algunos momentos con un dominio
abrumador del mismo en ambas canastas), cambiando bastante las
sensaciones de ambos equipos e igualando el partido.
Desafortunadamente seguimos sin encontrar el camino del aro, lo que
impidió que la mejoría se plasmase más claramente en el marcador.
A esta
situación empezó a sumarse el desbarajuste arbitral
(por otra parte lógico, es imposible pitar correctamente cuando se
sigue el juego prácticamente desde el centro del campo, simplemente
por que no se reúnen las condiciones físicas para hacerlo de otro
modo), trufado con algunas decisiones de naturaleza (y nunca mejor
dicho) arbitraria: una antideportiva pitada a Juan Carlos que sólo
vio el árbitro, en la que es el atacante el que cambia su
trayectoria y carga contra el defensor, que si bien termina
haciéndole falta, ésta no pasó de ser una más de tantas en
cualquier partido, sin intencionalidad, sin violencia y sin que nadie
bienintencionado pudiera ver falta de intención de jugar el balón;
a continuación, otra antideportiva cometida sobre Gus, dejada de
pitar sin que dos días después ninguno entendamos el porqué, una
jugada en la que empujan a Gus por detrás, cuando está en el aire
entrando a canasta, en una acción evidentemente intencionada y
peligrosa.
El
tercer y cuarto periodo, continuaron por
parámetros similares al segundo cuarto: El dominio del rebote y una
mejor defensa, nos permitía segundos tiros y, si bien esto no se
tradujo en canastas (dada nuestra invalidez ofensiva), si terminó
llevándonos en numerosas ocasiones a la línea de personal y de uno
en uno fuimos sumando para apretar el marcador, acercándonos hasta
una distancia de sólo dos puntos. Al final tuvimos nuestras opciones
y casi podemos decir que el partido se nos escapó por detalles, un
triple tirado tras una buena circulación que hubiera supuesto el
empate y que hace la corbata, otro palmeo que no quiere entrar cuando
estábamos a dos puntos.
A
estos detalles podemos sumarle más decisiones arbitrales que nos
perjudicaron, como la técnica a Gus, más que rigurosa, y otra
antideportiva a Raul, que si bien sí estaba justificada, no se
habría producido de haberse señalado la falta que le precedía. Sé
que estas referencias al arbitraje pueden sonar a excusa lastimera,
pero sumando lo que pitó y lo que dejó de pitar sólo en esas
cuatro acciones puntuales, sumamos más puntos de los 5 que al final
supusieron la derrota.
En
definitiva, y como decíamos al principio, fue un mal partido y
nuestra primera derrota, pero también dejó notas positivas, como el
debut de Sergio o Javierjavier, la superioridad en el rebote durante
tres cuartos (impresionante Gus en esta faceta con 13 rebotes), la
lucha de todo el equipo hasta el último minuto sin desesperar por el
desacierto en el tiro o lo bonita que era la pizarrita de
estadísticas, por muy feo que fuera su contenido.
Y como
despedida y como siempre, un vídeo: esta vez dando entrada a un
chaval que aun no había pasado por aquí y al que no se le da nada
mal esto del aro y la pelotita..., Monsters y otras especies, para
todos vosotros: ¡¡¡¡¡Dwayne Wade!!!!!
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