8 de noviembre de 2011

Familia Monster 31/ Electroduendes 36


Fue un mal partido, se mire por donde se mire, pero sobre todo si se mira por esa completísima hoja de estadísticas que trajeron y rellenaron Javierjavier y Toribio, y nos fijamos especialmente en los porcentajes de tiro, que si hubieran sido un poco más bajos ya no habrían sido ni porcentajes. Es verdad que muchos de los tiros se salieron de dentro, que pareciera que alguna mano invisible los tocaba por debajo para que no entraran, y que a poco que hubiéramos tenido una pizca de suerte, el contenido de esta crónica sería muy distinta, pero lo cierto es que, como decía aquel, este domingo no le acertábamos ni al arcoíris (5 de 38 en tiros de dos y 3 de 9 en triples, sin que ningún jugador se salvase de la quema). Aparte de los errores en el tiro, no es admisible empezar como empezamos, y no se trata de que empezáramos unos u otros jugadores, que a fin de cuentas empezamos con idéntico quinteto que en los partidos anteriores y en ellos el resultado fue claramente positivo, sino de la falta de tensión y la frialdad de la puesta en escena. Empezamos dormidos y nos comieron, nos dominaron desde su defensa y nos superaron en el rebote en ambas canastas, en definitiva, les dimos cuerda, les metimos en el partido y nos tuvieron a remolque durante 40 minutos.

El primer cuarto se puede describir repitiendo punto por punto el párrafo anterior. Un marcador final de 13-6, que es consecuencia del nulo acierto ofensivo, sólo dos canastas en juego, las pérdidas de balón (5 en ese primer cuarto) y la mala defensa, dejando de seguir los cortes y, sobre todo, olvidándonos de pelear y cerrar el rebote, que les permitió canastas fáciles en segundas opciones y contraataques. En definitiva, una justísima diferencia de 7 puntos que, a la postre, sería suficiente renta para que nos ganasen el partido.

A partir del segundo cuarto, supimos cambiar la actitud, mejoramos la defensa y controlamos el rebote (en algunos momentos con un dominio abrumador del mismo en ambas canastas), cambiando bastante las sensaciones de ambos equipos e igualando el partido. Desafortunadamente seguimos sin encontrar el camino del aro, lo que impidió que la mejoría se plasmase más claramente en el marcador.

A esta situación empezó a sumarse el desbarajuste arbitral (por otra parte lógico, es imposible pitar correctamente cuando se sigue el juego prácticamente desde el centro del campo, simplemente por que no se reúnen las condiciones físicas para hacerlo de otro modo), trufado con algunas decisiones de naturaleza (y nunca mejor dicho) arbitraria: una antideportiva pitada a Juan Carlos que sólo vio el árbitro, en la que es el atacante el que cambia su trayectoria y carga contra el defensor, que si bien termina haciéndole falta, ésta no pasó de ser una más de tantas en cualquier partido, sin intencionalidad, sin violencia y sin que nadie bienintencionado pudiera ver falta de intención de jugar el balón; a continuación, otra antideportiva cometida sobre Gus, dejada de pitar sin que dos días después ninguno entendamos el porqué, una jugada en la que empujan a Gus por detrás, cuando está en el aire entrando a canasta, en una acción evidentemente intencionada y peligrosa.

El tercer y cuarto periodo, continuaron por parámetros similares al segundo cuarto: El dominio del rebote y una mejor defensa, nos permitía segundos tiros y, si bien esto no se tradujo en canastas (dada nuestra invalidez ofensiva), si terminó llevándonos en numerosas ocasiones a la línea de personal y de uno en uno fuimos sumando para apretar el marcador, acercándonos hasta una distancia de sólo dos puntos. Al final tuvimos nuestras opciones y casi podemos decir que el partido se nos escapó por detalles, un triple tirado tras una buena circulación que hubiera supuesto el empate y que hace la corbata, otro palmeo que no quiere entrar cuando estábamos a dos puntos.

A estos detalles podemos sumarle más decisiones arbitrales que nos perjudicaron, como la técnica a Gus, más que rigurosa, y otra antideportiva a Raul, que si bien sí estaba justificada, no se habría producido de haberse señalado la falta que le precedía. Sé que estas referencias al arbitraje pueden sonar a excusa lastimera, pero sumando lo que pitó y lo que dejó de pitar sólo en esas cuatro acciones puntuales, sumamos más puntos de los 5 que al final supusieron la derrota.

En definitiva, y como decíamos al principio, fue un mal partido y nuestra primera derrota, pero también dejó notas positivas, como el debut de Sergio o Javierjavier, la superioridad en el rebote durante tres cuartos (impresionante Gus en esta faceta con 13 rebotes), la lucha de todo el equipo hasta el último minuto sin desesperar por el desacierto en el tiro o lo bonita que era la pizarrita de estadísticas, por muy feo que fuera su contenido.

Y como despedida y como siempre, un vídeo: esta vez dando entrada a un chaval que aun no había pasado por aquí y al que no se le da nada mal esto del aro y la pelotita..., Monsters y otras especies, para todos vosotros: ¡¡¡¡¡Dwayne Wade!!!!!

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