Otra vez Campeones (y algo más)

Se acabó la liga regular en los dos distritos en los que competíamos, Centro y Carabanchel, y lo hizo con resultados más que satisfactorios para nuestros dos equipos.

En primer lugar, como no, es obligado destacar la espectacular temporada de nuestro “All Star Team” en Isla Azul, que de la mano de nuestras estrellas de siempre (Toribio y Javierjavier), los fichajes estelares (los Prieto o Edu Sabas), la disciplina defensiva impuesta por el entrenador y el esforzado trabajo de todos (y aquí no cito, que sois muchos), les ha llevado a terminar como CAMPEONES de grupo y líderes imbatidos después de 18 partidos. Un éxito incontestable pase lo que pase en la gran final que habrá que disputar después de Semana Santa, conseguido además en el seno de un grupo con rivales muy serios, entre los que destacaba, el a priori favorito, AD San Federico, al que se superó con claridad en los dos partidos disputados.

El equipo de Isla Azul ha conseguido ser una mezcla casi perfecta (de algunos desencuentros individuales no toca hablar hoy), combinando el talento ofensivo, aspecto en el que un año más ha despuntado Toribio, con el rigor defensivo del conjunto, como bien se comprueba viendo los promedios de anotación a favor y en contra del equipo, con unos magníficos promedios de 53-37 que, con ese +16, hablan muy a las claras de la superioridad mostrada sobre los rivales durante toda la temporada. En definitiva, una temporada perfecta a la que únicamente le falta el broche de oro que puede llegar en sólo unas semanas (mucha suerte campeones).

En segundo lugar voy a hablar de lo que me toca más de cerca, del hermano pobre del Samaranch, que este año ha hecho del orgullo y la rebelión un lema para superar todas las expectativas y los contratiempos y rozar una gloria que, a priori, todos imaginábamos improbable. Se peleó casi hasta el final por los primeros puestos, para terminar en una más que satisfactoria tercera plaza, con un balance de 11-5, que con un poco más de suerte en algún partido y menos mal fario con las lesiones, podía haber sido aun mejor.

En un equipo sin estrellas, pero con una solidaridad a prueba de bombas, se consiguieron momentos de gran juego y una gran capacidad para competir, partiendo de la solidez defensiva, del reparto de puntos y minutos entre todos y de un gran dominio del rebote en casi todos los partidos. Las cifras, también en este caso, resultan esclarecedoras, unos promedios de 42,6-33,7, que sin las lesiones de 4 de los jugadores base en la recta final y esa inesperada derrota contra el último clasificado, podían haber sido incluso mejores.

Y aquí, para terminar, quiero destacar la fabulosa última victoria del equipo, conseguida contra los SIH, con el tercer puesto en juego. Un partido en el que sobreponiéndose a esas cuatro bajas (los dos pivots titulares, el base y el mejor especialista defensivo del equipo) y a la amarga derrota de la semana anterior, cinco magníficos (sin suplentes hasta el último cuarto) sostuvieron y llevaron a buen puerto el partido a base de orgullo y sudor.

Toca cerrar esta crónica resumen de la temporada y es obligado hacerlo con un nuevo homenaje al éxito conseguido y al segundo campeonato de grupo consecutivo del equipo: Monsters, un año más ¡¡¡We are the champions!!!