Año
nuevo, vida nueva (o no). Sumándome a los deseos del 4 del equipo, aquí os dejo mi parte:
Después
de un año con muchos cambios y algunas historias (traslado a centro,
campeonato de grupo, división en dos equipos…), amén de
acontecimientos extradeportivos de diversa índole, algunos de los
cuales merecerían ser recordados, sólo nos queda dar la bienvenida
al año para todos los componentes del equipo y repasar, muy
brevemente, algunos de esos momentos (extra, que no anti-deportivos)
del año.
En
primer lugar está, como cada año, el
incomparable y tradicional cocido navideño con que nos obsequia y
deleita el Sr. Rubio (y nunca será lo bastante recompensado y
reconocido por ello), para el que este año nos hemos quedado sin
cronista, pero para el que ya quedó una crónica antológica de la
mano de Isra el año pasado y a la que siempre podremos volver para
recordarlo. En esta ocasión con cambio de ubicación provocada por
el record de asistencia, sin que, por supuesto, las mayores
cantidades disminuyeran un ápice la calidad del condumio y el placer
de degustarlo.
En segundo
lugar y por no cambiar de tema, la novedosa y magnifica jornada
gastronómica-festiva-familiar organizada la pasada primavera por
Jesusete en la que dimos buena cuenta de fabadas y paellas y que bien
merecería convertirse en una segunda cita obligada para cada
temporada.
Otro hecho
destacado del año que acaba es el cambio de “sede social”, tras
el cierre/espantada de Uti, la víspera de la nochevieja pasada, que
amenazaba con dejarnos huérfanos y sin hogar de acogida en el que
dar rienda suelta a nuestras aficiones más allá del deporte: La
cerveza, principalmente, pero también el poker, el exhibicionismo de
algunos e incluso el golf con botes de sacarina… Afortunadamente,
nuestra orfandad no ha sido tal y ya casi desde el primer día, hemos
tenido acogida y nueva “sede social” en La Parroquia, donde
además de ser magníficamente recibidos y queridos, dando
continuidad a nuestras aficiones, hemos ajustado gastos (que es algo
muy europeo), reduciendo la partida destinada a revisiones
estomatológicas y bajado la tasa futura de úlceras y cánceres de
estómago, al tiempo que descubríamos que tener como tapa comida
preparada en el día (y bien preparada) se agradece mucho más que si
fue preparada “algún” día (casi siempre lejano). Parece, por
tanto, que al final hasta hemos salido ganando, tanto es así que
incluso podemos presumir de incorporar a nuestros “seguidores” a
las chicas de detrás de la barra, como bien lo demuestra la foto:
![]() |
| Jenny y Tamara, mejorando nuestra camiseta...;-) |
Lo dicho, año nuevo, vida nueva: Monsters, nos vemos en los bares...

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