Después del tropiezo
contra Electroduendes, afrontábamos dos partidos importantes para
marcar la trayectoria y las aspiraciones futuras del equipo: El
primero de ellos contra De Guetto al Cielo, líderes imbatidos y, a
priori, el rival más sólido del grupo; el segundo contra un viejo
conocido, Los Suaves, un equipo de segunda línea al que ya superamos
por dos veces y con solvencia la temporada pasada, pero un rival con
oficio y capaz de darnos un susto.
El primero de los dos
partidos nos volvió a mostrar como un equipo bipolar, empezamos bien
platados, intensos en defensa y rebote y centrados en ataque, de esta
manera llevamos el mando durante un disputado primer cuarto y, tras
un arreón de nuestros rivales terminamos igualados la primera parte.
Aunque ya en ella empezaran a avisarnos de uno de sus principales
peligros, el tiro exterior. En la segunda parte el partido fue bien
hasta el ultimo minuto del tercer cuarto, ahí, de forma
inexplicable, se nos fundieron las luces, fue poco tiempo, ese minuto
(con dos triples encajados) y apenas dos más del último cuarto,
pero desaparecimos de la cancha de tal forma que, en ese escaso lapso
de tiempo encajamos un sonrojante parcial de 11-0, que llevó el
partido de un disputado 31-33 a un casi definitivo 31-44. A partir de
ahí no tuvimos capacidad de reacción, intercambiamos golpes sin
apenas acercarnos, de tal forma que sólo un triple final de nuestro rival (uno más,
para una magnífica estadística de 6/10), amplió esa diferencia de
13 puntos para elevarla hasta el marcador final de 40-56.
En el partido contra Los
Suaves, parecía que se repetía la historia del día de los
Electroduendes, un comienzo desastroso por nuestra parte,
especialmente en ataque, daba alas a nuestros rivales, que lograban
una máxima diferencia de 11-4 en el minuto 2 del segundo cuarto. De
nuevo íbamos a remolque y tocaba remar. En el segundo cuarto
parecimos solucionar nuestros problemas y con un arreón ofensivo
terminamos la primera parte un punto por delante, 17-16. Posiblemente
ese debía haber sido el fin de la historia, pero nuestra bipolaridad
volvía a aparecer y eramos capaces de repetir la inoperancia
ofensiva del primer cuarto, nuevamente 4 puntos anotados en esos doce
minutos con una solitaria canasta en juego. Así las cosas, no hay
equipo que no lo aproveche, Los Suaves lo hizo y llegábamos al final
del último cuarto de nuevo por debajo, 21-23. Por fortuna el último
descanso nos sirvió para dejar a Mr. Hyde en el banquillo y dar
entrada de nuevo a un efectivo Dr. Jekyll, que anotando 19 puntos en
el último cuarto, liquidó el partido a pesar de tres
estratosféricos triples consecutivos de nuestros rivales. Al final,
40-32 a nuestro favor y recuperada la senda de las victorias.
Como datos a destacar en
los dos últimos partidos, las incorporaciones de dos más de
nuestros compañeros del Isla Azul, Toribio y Jesusete, y, sobre todo
el estreno estadístico de nuestro Navarro particular, Edu, que anotó
su primer tiro (libre) de la temporada.
Y para terminar esta
breve doble crónica, un nuevo vídeo, esta vez, para todos vosotros
uno de los jugadores más determinantes y elegantes de las últimas
temporadas en la NBA, queridos Monster, para todos vosotros:
¡¡¡¡¡Kevin Durant!!!!!