Esto no es una crónica, o no quiere serlo, que a estas alturas ya no toca, simplemente se trata de mantener vivo este espacio y de ir informando sobre lo que ocurre con nuestro equipo, no vaya a ser que haya algún lector de este blog que no comparta con nosotros las cervezas y no se entere. Han pasado tres semanas y dos partidos que, sin mayores sorpresas, se cuentan como dos nuevas victorias. Han sido, eso sí, dos victorias sin mucha historia, al menos sin esa historia que se escribe con H mayúscula, porque historias de las pequeñas, sí que han tenido.
El primero de ellos, contra Ladaba, se saldó con un resultado de los que dejan lugar a pocas dudas: Siempre sobrarán las explicaciones con un 81-36. Hay partidos que se juegan porque toca, porque alguien los puso en el calendario, pero que del mismo modo que la reconquista de Perejil, no pasará nunca a los anales de las hazañas bélicas (salvo por ese memorable parte de Trillo, “al alba, y con un viento duro de levante...”), no formarán parte de la memoria de estos 25 años de Familia Monster... Pero eso si, al igual que la frase del ministro quedó para los amantes del caqui y de la prosa cuartelaria, a nosotros nos quedan algunos datos en forma de records: El primero, colectivo, los 81 puntos anotados quedarán, si no me falla la memoria, como la máxima anotación de la Familia Monster, al menos en los últimos 5 años. Y el segundo, este individual y por parte del de casi siempre, los 29 puntos que llevaron la firma de Toribio, con 10 anotados ya en el primer cuarto; aquí no sé si es la máxima anotación individual en nuestro equipo en los últimos cinco años, aunque apostaría por ello, pero sí lo es, sin duda y con diferencia, en esta temporada.
El segundo de los partidos nos enfrentaba a uno de los rivales que más problemas nos habían planteado en la primera vuelta, C.D. Lavapiés, un partido que tenía sus riesgos, por mucho que su clasificación (penúltimos clasificados tras ese partido) pudiera llamar a engaño. Y así lo fue durante los primeros minutos, un rival intenso con al menos tres jugadores destacables, el 5, el 7 y, sobre todo, el 16, con buena movilidad en ataque y que cargaban bien el rebote ofensivo, consiguió repetir en parte el guión del primer partido, dificultando que abriéramos brecha desde un principio. No obstante, la concentración y el acertado planteamiento del partido, desgastando a su mejor jugador con una defensa en todo el campo de salida (gran labor la de Sergio en esa faceta), y utilizando a Ivica de sexto hombre, de forma que sirviera de sorpresa y ayudase a desequilibrar tras los primeros minutos de desgaste, permitieron un despegue paulatino en el segundo y tercer cuarto, regalándonos un final plácido y con minutos para todos. Al final, un 55-33, sin más sorpresas, dejando para el recuerdo el buen partido individual de Jesusete y sus 3 de 4 en triples (fruto también de la buena circulación y de los bloqueos de los compañeros que empiezan a salir no sólo en los entrenamientos).
Para ir cerrando, toca otro vídeo, y esta vez, hablando de juego de equipo, un ejemplo magnífico, el mejor juego de combinación y contraataque de la historia..., para sibaritas y nostálgicos, que volvemos a los 80, señores, hoy toca descubrirse y disfrutar: Desde Los Ángeles ¡El Show Time de los Lakers!
(Bueno, y sé que no toca, pero siendo hoy y hablando de historias sin mayúscula y de Historia con ella, quiero felicitarme con todo el pueblo egipcio por haber sabido echar a otra H -de Hosni- mayúscula. A ver si con un poco de suerte cunde el ejemplo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario