Si esta fuera la crónica de un partido de los SIH, os hablaría del aroma a baloncesto clásico del partido, de la inquebrantable fe en la victoria de los Monsters, de las incomparables cualidades de tal o cual jugador o de la magnífica reacción del equipo tras el 2-10 inicial..., pero ni este es el blog de los SIH ni yo su cronista ni veo los partidos enmascarado en unas gafas arcoíris patentadas por Walt Disney, así que, sintiéndolo mucho, aquí tenéis una crónica realista de nuestro último partido:
Hay partidos que se ganan jugando mal y algunos, como éste, hasta muy mal. Es cierto que siempre se pueden poner excusas y en esta ocasión no nos iban a faltar, de hecho, y ya que estamos, podemos hasta enumerarlas: Empezar el partido con cinco jugadores justos, con no menos de tres de ellos obligados a jugar fuera de sus posiciones (sin base, con un 2-3 en esa posición y con 4 interiores repartiéndose el resto –dos de ellos, suplentes habituales y otro más, claramente cojo-), con dos recién regresados tras lesión y enfermedad, respectivamente, con alguno más algo tocado, con la ausencia de, al menos dos titulares habituales…, y alguna más que me dejo en el tintero.
Pero con todo y con eso, éramos muy superiores a nuestro rival y nunca deberíamos haber pasado los apuros que pasamos en distintas fases del mismo. Teníamos el rebote ganado, mayor variedad de recursos ofensivos y, claramente, un mayor conocimiento del juego (conocimiento que, por otra parte y salvo escasos aspectos, fuimos incapaces de poner en práctica, aquejados de una miopía táctica y una lentitud de reacción inexplicables), mientras que enfrente, nuestro rival contaba con tres únicas armas, la velocidad, las faltas continuas y un único jugador capaz de anotar con cierta regularidad. Lo triste es que, vistas esas armas, fuimos una bicoca para ellos: Si nos referimos a la velocidad, de partida teníamos un equipo muy lento que, además, se situó mal en el campo y no cargo el rebote ofensivo en los primeros minutos, permitiendo de salida un parcial de 2-10 fruto de cuatro contraataques y una canasta en transición; si hablamos de las faltas, les regalamos uno de los porcentajes de acierto en los tiros libres más patéticos imaginables, 12/32 (2/9 en el último cuarto), con un número de errores que haría sonrojarse incluso a un equipo de alevines; y si, para terminar, hablamos de su principal jugador, el número 8, necesitamos verle jugar durante 33 minutos en los que anotó 24 de los 26 puntos de su equipo, para decidirnos a reaccionar y colocar a un defensor directamente sobre él. Así las cosas, ningún equipo del mundo, por flojo e inferior que sea a su rival, desaprovecha tantas oportunidades, y eso nos llevó a un final apretado del que a punto estuvimos de salir con una bochornosa derrota.
Dicho esto, aunque pocos, también hubo aspectos positivos:
El primero de ellos y con seguridad el más destacable, la implicación de todos los jugadores, especialmente de Jesús Salvador quien, como todos sabéis, sale de una convalecencia larga y que, además vino a jugar con cuatro grapas en la cabeza después de que el sábado le practicaran una pequeña intervención quirúrgica, y Paco, que a pesar de jugar cojo, acabó como máximo anotador del equipo, pero también del resto: Karim o Javi Ruiz, que asumieron minutos y protagonismo poco habituales para ellos (con record anotador incluído de Karim -7 ptos-), Alex, sacrificándose en defensa para perseguir durante los últimos 15 minutos al número 8, Quique, que le dio algo de sentido al juego desde su posición de base o Gus, que, una vez más fue el máximo reboteador del equipo.
El segundo, no menos importante, referido a la mejora de las cuentas del equipo, que se nutrirán con las sanciones a pagar por parte de Alex y Quique por llegar tarde.
Y el tercero, la buena actitud y la calma de todos los jugadores que, pese al acoso a base de faltas que sufrimos, lo igualado del resultado y lo caliente que venía el árbitro del partido anterior, salimos del paso sin una sola técnica en nuestro haber (algo que contrasta, y mucho, con otros que aun ganando con holgura por encima de los diez puntos, son capaces de cosecharlas a pares).
Para los amantes de las estadísticas, que también los hay, os dejo los anotadores del partido: Gus 6; Jesús S. 8; Karim 7; Javi Ruiz 2; Paco 12; Alex 5.
Y como cierre, para no olvidar las buenas costumbres, aquí os dejo un penúltimo vídeo, en esta ocasión con un merecido homenaje a uno de los más grandes de los últimos años en la NBA, en la que puede haber sido su última temporada: STEVE NASH...